Dres. Khaouly  -  C/ Bisbe Panyelles, 19, 2º 1ª  -  08720  Vilafranca del Penedés (Barcelona)      Telf. 93 817 45 13
C/ Bisbe Panyelles, 19,  2º 1ª 08720 Vilafranca del Penedés Barcelona  Anatomía ocular. Cataratas. Córnea y superficie ocular. Glaucoma. Retina y vítreo. Párpados y vía lagrimal: Blefaritis. Orzuelos. Ectropion y entropion. Ptosis palpebral. Parálisis facial y lagoftalmos. Obstrucción de la vía lagrimal. Bolsas palpebrales. Neurooftalmología. Pediatría. Defectos de refracción. <   1   2 Inicio > Patologías oculares >  Párpados y vía lagrimal Ptosis palpebral.  Se denomina ptosis palpebral a la caída del párpado superior, produciendo un  defecto  estético o incluso una disminución del campo visual si llega a cubrir el eje visual.  Se produce cuando el músculo del párpado superior deja de funcionar correctamente.  Puede ser congénita, debida a la edad, secundarias a traumatismos, en portadores de  lentes de contacto o por problemas musculares generalizados.  El único tratamiento posible es la intervención para reparar el músculo elevador del  párpado superior, bien acortándolo o bien reanclándolo en el lugar adecuado. Para ello  existen múltiples técnicas quirúrgicas que se adaptarán a la gravedad y la causa de la  ptosis.  Parálisis facial y lagoftalmos.  La parálisis del nervio facial (parálisis de Bell) provoca una parálisis de toda la  musculatura de la mitad de la cara afectada, por tanto, también de la musculatura del ojo.  Hay una dificultad en el cierre palpebral (lagoftalmos), por lo que la superficie del ojo  queda totalmente expuesta causando importantes problemas de sequedad ocular.  Se manifestará con irritación, sensación de cuerpo extraño, lagrimeo e, incluso, visión  borrosa.  Con el tiempo, la parálisis suele mejorar espontáneamente, recuperando de nuevo todo el  movimiento de la cara. Durante este periodo, es fundamental una correcta lubricación del  ojo, con lágrimas artificiales o geles, que evitarán la desecación de la córnea y posibles  complicaciones como úlceras y pérdida de visión. En los casos un poco más graves se  aconseja el uso de cámaras húmedas o parches por la noche.  Los casos en los que no hay una mejoría relevante o tienen mayor riesgo de  complicaciones, pueden precisar tratamiento quirúrgico con corrección de la posición  palpebral o la inserción de pesos de oro o platino en el párpado superior para descenderlo.   Obstrucción de la vía lagrimal.  La obstrucción de la vía lagrimal es una de las causas más frecuentes de lagrimeo. Esta  obstrucción puede estar localizada en varios puntos de esta vía de drenaje, desde su inicio  en el punto lagrimal hasta la salida de la vía lagrimal en la nariz.  Los pacientes refieren lagrimeo excesivo, y en algunos casos puede ir acompañado de  infecciones tanto a nivel ocular como en la propia vía lagrimal. Son muy frecuentes los  episodios de conjuntivitis bacterianas y dacriocistitis (infección del saco lagrimal). Las dos  se tratarán con antibióticos, en gotas en el caso de las conjuntivitis, y por vía oral  asociados con antiinflamatorios en el caso de las dacriocistitis agudas.  El tratamiento definitivo para estas obstrucciones es quirúrgico. Si la obstrucción es por  cierre del punto lagrimal, se realiza una dilatación de dicho punto. Si la obstrucción está a  nivel de la salida en la fosa nasal, se realiza una dacriocistorrinostomía, una cirugía que  consiste en crear un camino alternativo para la lágrima, salvando así la obstrucción.   Bolsas palpebrales.  Por la edad, se produce una pérdida de elasticidad de la piel y los músculos de los  párpados, formándose unas bolsas por exceso de piel o grasa, tanto los párpados  superiores como en los inferiores.  La intervención para corregir estas bolsas se denomina blefaroplastia, y consiste en  eliminar el exceso de tejido, realizando las incisiones en los pliegues cutáneos naturales  de los párpados, o incluso, por dentro del párpado, y así evitar las cicatrices.  Cita on-line